Algunos años atrás, Samsung Galaxy Z Fold3 fue una de las primeras empresas en hablar de smartphones con pantallas flexibles. Y uno de los primeros en sacar al mercado este tipo de dispositivos. El Galaxy Z Fold3 es la quintaesencia de cómo la corporación ve el desarrollo de dispositivos con pantallas plegables. Y, efectivamente, el aparato no tiene muchos defectos, si se aceptan los ajustes definidos por el fabricante. De hecho, sólo el precio sigue siendo el mismo: 5.599 rublos es una cantidad que no todo el mundo puede permitirse gastar en un teléfono, aunque sea superavanzado.
Monolítico, resistente al agua, verde
De hecho, el Z Fold3 pertenece a la cuarta, no tercera, generación de buques insignia de la compañía con pantallas flexibles. La primerísima variante del Galaxy Fold no llegó a salir al mercado a principios de 2019, y los periodistas y blogueros le encontraron fallos, sobre todo en el panel plegable. Por ello, Samsung tuvo que retrasar el lanzamiento hasta finales de año, al tiempo que arreglaba la situación con una película protectora pegada a la pantalla.
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En 2020, el Galaxy Z Fold2 intentó rehabilitar a Samsung, y no sin éxito. El dispositivo ya no parecía únicamente visionario: se podía utilizar, aunque no sin reservas, y no sólo preguntarse por él. Este efecto se creó gracias a importantes mejoras: en primer lugar, una pantalla externa más grande, y en segundo lugar, cambios en el panel interno. Se deshizo de la enorme unidad de cámara frontal, que ocupa mucho espacio, en la esquina derecha. Han sido sustituidos por un diminuto módulo selfie alojado en un recorte en forma de «O». En general, el Fold2 se siente como un dispositivo más ordenado y pensado.
El Galaxy Z Fold3, al menos a primera vista, no trajo cambios tan fundamentales. Externamente, hay muy pocas diferencias con respecto al Fold2 del año pasado: seguimos encontrando la misma barra alargada con una pantalla exterior larga, una pantalla interior similar y unas dimensiones parecidas.
En cambio, se han producido algunos cambios. Por lo tanto, la novedad es ligeramente más delgada (tanto en posición cerrada como abierta) y más ligera en comparación con la Fold2. No podemos decir que los cambios sean críticos, pero el Fold3 se siente como un dispositivo monolítico. Además, el último modelo ha obtenido la certificación IPX8, lo que significa que el dispositivo puede soportar la inmersión en agua dulce durante media hora a una profundidad de un metro y medio.
Otra vez: la impermeabilidad en un dispositivo con un complejo mecanismo de bisagra que deja al descubierto las mitades de la pantalla flexible general habría parecido imposible hace un par de años. Pero esto tiene un inconveniente: no se puede hablar de protección contra el polvo. En otras palabras, estos dispositivos debían utilizarse con el máximo cuidado, y aún deben utilizarse. Por decirlo de alguna manera, no me atrevería a llevar el Fold3 a una playa de arena.
Todo lo que hay que saber. El escáner de huellas dactilares se ha dejado, afortunadamente, en la tecla de encendido del borde derecho. Funciona de forma rápida y clara, sin preguntas. Tampoco es posible ampliar la memoria con tarjetas microSD: el dispositivo sólo admite la instalación de dos tarjetas SIM. Hay eSIM, la posibilidad de trabajar en redes 5G, que para Bielorrusia seguirá siendo irrelevante durante mucho tiempo, y un par de altavoces. Los altavoces funcionan muy bien: el sonido es voluminoso, con un toque de graves y un margen de volumen decente.
El smartphone nos llegó para probarlo en color verde oscuro. Francamente, hay que buscar la diferencia con el negro con una lupa: el matiz sólo aparece en determinados ángulos e iluminación.
Y es importante entender que en términos de ergonomía, el Fold3 no resiste la comparación con los smartphones «clásicos». En otoño, como ahora, es cómodo llevar el dispositivo en el bolsillo de la chaqueta o del abrigo. Pero si pones el gadget en el bolsillo delantero de tus vaqueros, no estarás sentado cómodamente. En general, la Fold3 está claramente diseñada para su uso con «dos manos». Esto no es ni malo ni bueno, sólo un hecho a tener en cuenta.
Brevemente sobre los pros de Fold3:
Protección contra el agua y el polvo IPX8: una ventaja única e importante para el factor de forma del smartphone plegable.
Escáner de huellas dactilares rápido en la tecla de encendido.
A pesar de que se puede doblar, el dispositivo está ensamblado cualitativamente: se siente monolítico, el mecanismo de la bisagra no causa ninguna duda.
El sonido de los altavoces estéreo merece todos los elogios.
Brevemente sobre las desventajas del Fold3:
No hay protección contra el polvo y la suciedad: esperamos que aparezca en los futuros smartphones de la gama, especialmente tras la introducción de la protección contra el agua.
La memoria no es ampliable con tarjetas microSD.
El kit de entrega es pobre: el cargador fue retirado, dejando sólo el cable USB Tipo-C. Tampoco hay auriculares.
Bonitas pantallas
Ambas pantallas son lo mejor del Fold3. En serio, a pesar de un par de características (léase: defectos), las pantallas no son más que positivas.